Decadencia

Un domino eterno. Silencio. Puede que no escuche la voz de mi esperanza al convocarme. Gusanos se retuercen bajo mis pies y sobre mi los angeles ya se aburrieron dándole paso a los cuervos que me extraen lo ultimo de bondad que hay en mi. No hay más ¿Dónde esta tu voz? Creo que la perdí, no importa vendrán otras más. El clamor de los coros rompe el cielo raso y contemplo el negro manto que se desploma sobre mis hombros. Rugen los cielos con sabor a pan fresco y las estrellas titilan decadentes, nada nuevo. Voy descendiendo pero recupero impulso para seguir tu voz mientras la voy perdiendo y como para aprender algo más del universo, me pregunto si acaso hay redención. Entonces la respuesta se escurre por sobre mi parpado adormecidos...

Las sombras convocan a sus crías mientras. Los arco iris llevan a sus borregos hacia el paraíso prometido y yo no se a donde tengo llegar. Mi espiral se retuerce más y me voy repitiendo. Creo que es tarde para pensar. La decadencia me cubre y entre llantos hipócritas y larvas pútridas que me envuelven, ya lo se este camino continua más allá. Ruge el león tras de mi queriendo devorarme, pero no hay temor, no hay dolor y tampoco sufrimiento. Tan solo hay decadencia.