Hora del Te

Esta es mi historia, un cuento de hadas, de piratas, de robots, de princesas y brujas, de doncellas y caballeros, de ciudadanos comunes del siglo XXI, de fracasados, de anónimos y artistas frustrados, derechistas o izquierdistas, esta es sencillamente la historia de un pobre diablo.

Decían los ancianos que los cuentos de hadas no existían, y así creí ciego ante la ley de los catedráticos de la razón, así lo creí hasta que apareciste tú en mis sueños.

Frente al procesador ansioso por ver una estrella brillar surge un velero al vació y conduce la nube disuelta en monotonía al llanto. Grito de dolor en mi interior al no poder verte llegar, muchos labios he probado queriéndote encontrar, y creo que si estas, aquí no estas, y desearía partir al horizonte para buscarte y llevarte a conocer a los astros del cielo y bañarnos en luz de sol y alegría, sin sombras que depriman nuestros corazones, más se que jamás pasara de una simple ficción.

Conocí hace unos años a una pirata huraña, refunfuñando de dolor, quejándose de su vida y lamentándose de su temor, la conocí media luna después, encantada del mundo de la mano de un pintor mecánico, fotografías de pasión y amor ¿Tanto cambia la vida al ocultarse l sol?

Supe de un esclavo que lo tenía todo, su vida giraba en torno a trigales con gusto a manzanilla, lo dejo todo por aventurarse a más, por querer ganar su libertad ¿Es malo querer buscar lo que realmente deseamos amar?

Me contó un pajarillo la historia de una pareja perfecta que se profesaban amor infinito, más no conocía de la tortuosidad del para siempre y del lastre de el exceso de cariño. Hoy los veo marchar por rumbos separados, sin haber aprendido nada de su dulce tortura ¿Aprende algo el ser humano?

Me vi a mi frente a la ventana del mundo, vagando y buscando algo, rendido ante el universo llegaste tu como una esperanza lejana e imposible, una ficción que mi ingenio diseño. Con tus palabras ya no me sentí tan solo, cercanas vivencias y gigantescas diferencias, tus canciones, tu letras y en mi corazón un botón por florecer entre sombras.
Con tu existencia me sentí el demiurgo, tenía una sophia, jamás sabrás quien eres y puede que ni siquiera seas realmente mi sophia, pero es más fácil vivir esa ficción que rendirme a la soledad de la angustia.

Quien dijo que nuestras vidas no son cuentos de hadas, de aventuras, de piratas, caballeros, pistolas láser, vampiros; ahora bien, si tan solo los cuentos de hadas en los que vivimos tuvieran el final que deseamos seria todo muy distinto… ¿no lo crees tu?