Avatar de un sueño de invierno

Avatares de un sueño de invierno

Tan cerca del cielo y tan amigo del infierno
quisieran los deseos crearse de nuevo
y volver atrás el tiempo
para que esclavizados por los sentimientos
no hagan caso de la cordura
y desaten los amarres que detienen la pasión.

Quisiera el viento volverse tierra
y rechazar oferta de las estrellas,
que ardiente peso es el sol,
helado reflejo de la luna,
cuando por los ecos de tu hado
salpican de sangre mi errado corazón,
escucha.

Púrpuras son los ojos del abismo
y negra su codicia,
que de codicia parece justicia
y blancos blasones cubren su egoísmo repúgnate,
cual caos haz devotos a los mortales de corazón gris.

Ambiguos sentimientos
cubren los idearios de inestables decisiones
que marcan el rumbo equivocado
de la senda de los perdidos.

Sin brújula fija, sin esperanza y sin ilusión
vagan tranquilos los esperpentos,
vagan tranquilos buscado una razón.
Silenciosa la ruta de las serpientes,
que inundan un corazón inocente,
perversiones, frustraciones,
simple momentos que tuercen el futuro
y arruinan un recuerdo.

Vives hoy en mi recuerdo
eres presente
mientras en mis sueños te tengo,
eres futuro que desearía poder desear,
un reflejo obtuso en un espejo que alguien debería limpiar,
eres pasado nostálgico,
eres un cielo azulado y un infierno infinito.
Eres una pregunta que es respuesta,
que es pregunta, y que a la vez es respuesta,
y que se enreda en mis carnes
como la anaconda lo hace con sus presas.
Eres aquello que nunca conoceré,
la dama del olvido,
mi mejor sueño no soñado.