La Peor Basura

La Peor Basura


Al atardecer, la monotonía del ayer,
la noche en silencio acaricia tu piel,
silencio que siente el disfraz y el deseo,
corrompes la vida y me dejas caer.

Para liberar el cuerpo del alcohol y el dolor
los hijos de la luna corren sin ver,
tropiezan en los callejones de su interior
fríos como el hielo salpicados de sal.

Un grito en la noche anuncia la crucifixión
los jóvenes ya han regalado su ultimo aliento
y los ancianos, aquellos tejen el tiempo
poco funcionan ellos buscan su momento.

Gélidos sentimiento de risas y diversión
mañana volverás y aquel camino seguirás
tu corazón no miente el segundo ya se va
todo es pasajero en esta puta espiral

La jeringa ya esta usada consíguete una más
no debes dejar de alimentar tus sueños
no dejes de realizar tus placeres
que la noche es guardiana de sus apóstoles.

Los suspiros del amanecer y las estrellas en llamas
se oyen gritos melancólicos en la oscura distancia
infinito el sentimiento, infinita la verdad
mientras el silencio rompe una canción.

Soledad inmensa perversión en la oscuridad
no me hable de paciencia por que aquel juglar no soy
odio y amo la inexistencia a la que el humo da forma
odio y amo mi corazón que te dio aquellos labios de miel.

Demiurgo

Demiurgo

Brillan los astros ajenos
En el vals infinito que pronto acabara
Y los compases aplastan las rosas
Las orquídeas y mis asoleas de dolor

Forja un mundo nuevo
dale cuerpo de cera, de pasión
y que los cigarros en el cielo seas sus estrellas
símbolos consumados de tu exhalación inmortal.

Créate un mundo eterno
donde esconderte no sea vergüenza,
y fornica con sophia para encerrarla y
Aprisionarla con tus grilletes de letras y de soledad.

Deja que el tiempo caiga en espiral
pues tú eres el león y la serpiente,
la luna, la estrella y el sol
donde no hay barreras ni limites a tu obra
Donde toda posibilidad es posiblemente posible
y donde tus leyes rigen al universo.

¿Por algo hay que empezar?

Entonces fractura la verdad.

¿No?

Manifiesto que he Existido

Manifiesto que he Existido

Anoche volví al crepúsculo de la inocencia
por la puerta travesaron las rosas de tus cielos rasos
y los colores me cantaron aquellas melodías griegas
de tragedia, de comedia y de humanidad.

Vi en tu semblante altivo, la palidez de la arena
ya marchita por el mar incesante,
ya corrupta por las arañas de las emociones,
por sus redes y sus colmillos de veneno embriagante.

Telarañas de recuerdos conectados y enlazados
mezclados con el mescal de tu cuerpo etéreo
tan suave como la brisa, silencioso como el éter
cuerpo odiado y amado, ponzoña de mi inconciente.

Lucero de aquí te maldigo por la vida impía que llevo
tu que hiciste al hombre a imagen y semejanza
¿Cómo pudiste entregarnos un corazón?
De piedra el misterio profano

Canciones melancólicas de las estrellas perdidas
el túnel, el pasillo, el gustoso sabor áspero de la alfombra
en la oscuridad siniestra de un hipervínculo al pasado
que es futuro, que son presentes aquí en mi cáliz blanco.

Noche espuma limpia mi sal, que con tu aguas saladas
purifica esta realidad desdichada y matanza de seres
feéricos, místicos, oscuros y doncellescos ajenos al mundo
vierte la sangre hirviente de la creación y líbranos de la realidad.

Como ustedes quieren que sea.

De los pecados de soñar

De los pecados de soñar


Hay veces cuando de verdad estamos muy abajo en que meditamos sobre estupideces que no lo parecen ser. Miles de científicos discutiendo problemas que aun tenemos ¿Aquello no es más estupido? Como fuere el caso, el punto aquí es que en el ultimo tiempo he dadome cuenta de que la ensoñación amorosa es el fracaso de esta. Cuantas veces, aquellos que lo han vivido, no hemos encontrados nuestro “ser ideal”. Cuentas veces no he visto conocidos consumirse enteros por un sueño que tuvieron, planear un vida, construir un pasado y futuro solo para darse cuenta patéticamente que aquello no es así, no va ser así y nunca quiso ser así.

Cuantas veces no he observado en el rostro de gente “normal” la felicidad de encontrar una “mina”, o en el de las mujeres encontrar un “mino”. Lo cual realmente me pone muy contento, pero surge da pregunta de ¿Cuál es el secreto? Y luego la otra gran interrogante ¿Qué es lo que falta realmente? ¿Cuál puede ser el defecto?

La verdad me he convencido que es una falencia producto de la ensoñación. Aquellos que se ensueñan viven en otros mundos, no son “normales”, son los extraños, esa gente extraña a la que la mayoría ve extraño. El solo hecho de buscar o esperar una sola persona. El hecho de imaginar y de verdad creer en un amor más eterno o sencillamente el hecho de imaginar el poder crear un nueva versión 2.0 del amor, una versión mejorada y propia de uno. Soñar con todo aquello es la cadena que ata al fracaso, y la piedra es la timidez, quizás hasta la mano invisible de quien sabe quien.

Analizando toda la situación, no es cosa desconocida mi gusto por el sueño, por lo fantástico, por lo de la otra dimensión humana, la creación. Tampoco es desconocida mi actitud con respecto del mundo. En fin dando me cuenta de todo esto solo puedo aconsejar lo siguiente:

- Primero jamás soñar con lograr el amor.
- Segundo, dejar de buscar ese algo especial.
- Tercero venderte a la sociedad y todo lo típico y monótono para ser “normal” y como dicen falsear la identidad volverte un estupido y así ser feliz de acuerdo a los `parámetros de nuestra perfecta cultura y nuestra hermosa sociedad.

Si alguno de ustedes es capaza de hacer esto, que bien por ustedes por que yo no, y esto solo me conduce a una sola conclusión: Yo no estoy dispuesto a dejar de pensar como pienso. No estoy dispuesto a dejar de ser “anormal”. Y por ultimo, jamás voy a dejar de soñar, lo único que me queda es soñar, lo único útil que hago es crear y por lo mismo creo que definitivamente, yo no sirvo para amar.

Fragmento del silencio

Hay momentos en que los cigarros me rodean con su humo fantasmal, instantes pasajeros en que mi sombra parece un pequeño punto en la distancia de la pared. Hay segundo en que nada ni nadie se mueve alrededor. Soledad. Silencio. Verdad de un corazón. Patético todo, patética tu, patético, tu, patética el, patético ella. En fin cuantos deseos de gritar a los cuatro vientos que ya no queda nada. Hola tu, ya no hay anda aquí, hubo quizás entre los versos olvidados de un viejo poeta que nadie escucho. La incoherencia ahora se cuela por entre los dedos sublimes del rítmico vals del sentimiento. Estoy ciego pero más que tu. Estoy sordo y escucho más, estoy estéril como la tierra muerta después de la terrible papelera de sufrimiento sin final. Pero aun estoy aquí, invencible. No me derrotaran tus vientos y tampoco tus gritos. Soy más que eso, soy más que esto. Puedo serlo, en mis sueños puedo serlo. En mis sueños un fragmento del silencio equivale a un beso.

Rauela, capitulo 7

Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.

Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mi como una luna en el agua.

Julio Cortázar

El Huevon del pueblo

El Huevon del pueblo

Mi padre me contó cierta vez, acerca de un pobre hombre al que todos en el pueblo denominaban huevon. Este sujeto trabajaba afanosamente y se sacrificaba quizás el doble que el resto para ganar su sueldo. Su trabajo generalmente consistía en limpiar los campos, cuidar cerdos, entre otras cosas de campo. Sin embargo a pesar de que siempre lo humillaban por las calles, este hombre era principalmente el centro de la burla cuando llegaba la hora en que todos los peones sen encontraban en la taberna o simple bar de pueblo. En aquel lugar se hizo su fama el pobre tipo, victima miserable de un simple juego.

Solían pues los campesinos poner dos monedas en la mesa, una grande de 100 y una pequeña de 500, luego invitaban al pobre tipo y le hacían escoger. El inocente hombre siempre elegía la de 100, a lo que el resto de la audiencia respondía con carcajadas cuando este se iba, pues se decían que había que ser muy huevon para elegir una moneda de 100 en vez e una de 500.

Esto se repetía todos los días, durante todo el año, hasta que un día un de los asistentes siguió al tipo y le dijo:

- ¡¡Oiga hombre!! ¿Usted no se da cuenta con se burlan de usted? ¿Por qué siempre elige la de 100?
- Se muy bien que se ríen de mi, pues tan huevon no soy – Respondió el desgraciado tipo – Y también se que esta moneda vale 4 veces menos que la de 500, pero sin embargo si algún día llegara a tomar almoneda pequeña, se acabaría el juego y yo me perdería los 100 pesos diarios que esa gente me regala.

La moraleja es que muchas veces una persona aparece como huevon ante muchos huevones que se creen inteligentes.

¿Qué eres tú?